PAISAJES – texturas que nos habitan –
Un taller para desarrollar la capacidad de disolverse y transformar el ambiente.
Introducción:
La textura es la organización de los elementos que constituyen la materia de un cuerpo cualquiera, lo que puedes ver y tocar. Su apariencia externa y superficial. Por ejemplo, la corteza de los árboles, las texturas de piedras, las texturas de paredes, los edificios, etc.
La textura del cuerpo cotidiano es piel, uña, pelo, saliva, etc. La textura del cuerpo que danza butoh también es piedra, río, hoja, nube… El cuerpo que danza butoh, el cuerpo total, está compuesto de tiempo, materia y vida; recubierto de una frágil y porosa identidad. Es un cuerpo hecho de mundo además de persona. Para transformar la textura del cuerpo debemos realizar una exquisita combinación de esos tres elementos: tiempo, materia y vida. Poniendo los tres al servicio de una danza de paisajes coreográficos.
El territorio de la mismidad es el cuerpo que la contiene. Es un hermoso y humilde paisaje que percibimos a través de nuestros sentidos. La materia de este paisaje, en sus principios básicos, es compartida con el cuerpo del mundo. Esta conexión entre cuerpo cotidiano y cuerpo mundo nos permite acceder a ‘otros’ territorios del cuerpo. En este caso, paisajes.
Para la existencia de un paisaje es necesario que haya un observador. Al convertirse en paisaje a través de la danza el primer observador de la danza es la persona que baila. Trabajamos a la velocidad del paisaje, una velocidad que hace que el cuerpo pierda su cotidianidad, y que a la vez permite observar con mayor precisión el paisaje que se forma en la danza. De esta manera entrenamos nuestro ojo externo, que a su vez nos permite profundizar en la danza.
Cuando un bailarín de butoh baila la piedra, o el barro, a la neblina, o el agua; se convierte en esa materia. Atraviesa su propia mismidad y se sumerge en la experiencia de ser la materia que danza. Una y otra vez, renaciendo en la naturaleza.
Que trabajaremos en este taller:
-Entrenamiento psicofísico específico. Direcciones y tensiones.
-Disoluciones. Derretir, evaporar, secar, etc.
-Texturas; análisis y ejecución de diferentes texturas de la naturaleza. Madera, piedra, metal, etc…
-Transformación de texturas; análisis y ejecución de transformaciones de texturas. Derretir de cera, evaporar de agua, etc…
-Paisajes; danzas atmosféricas con la capacidad de transformar el entorno del bailarín; barro, niebla, pantano,
-Secuencias coreográficas de elementos de paisaje, textura y sujeto.
-Improvisaciones sobre las técnicas trabajadas.
Para quien va dirigido:
·La danza butoh favorece un aprendizaje no lineal que aprovecha la diversidad de participantes en el taller. Los talleres se pueden hacer en cualquier orden. El requisito es poder latir y respirar.
·Talleres para todo tipo de cuerpo.
LANDSCAPES – textures that inhabit us –
A workshop to develop the ability to dissolve and transform the environment.
Introduction:
Texture is the organization of the elements that make up the matter of any body, what you can see and touch. Its external and superficial appearance. For example, tree bark, stone textures, wall textures, buildings, etc.
The texture of the everyday body is skin, nail, hair, saliva, etc. The texture of the body that dances butoh is also stone, river, leaf, cloud… The body that dances butoh, the total body, is made up of time, matter and life; coated with a fragile and porous identity. It is a body made of the world as well as a person. To transform the texture of the body we must make an exquisite combination of these three elements: time, matter and life. Putting the three at the service of a dance of choreographic landscapes.
The territory of sameness is the body that contains it. It is a beautiful and humble landscape that we perceive through our senses. The matter of this landscape, in its basic principles, is shared with the body of the world. This connection between the everyday body and the world body allows us to access ‘other’ territories of the body. In this case, landscapes.
For the existence of a landscape there must be an observer. By becoming landscape through dance, the first observer of the dance is the person who dances. We work at the speed of the landscape, a speed that makes the body lose its everyday life, and that at the same time allows us to observe the landscape that is formed in the dance with greater precision. In this way we train our external eye, which in turn allows us to go deeper into the dance.
When a butoh dancer dances the stone, or the mud, to the mist, or the water; he becomes that matter. He crosses his own self and submerges himself in the experience of being the matter that he dances. Over and over again, reborn in nature.
What we will work on in this workshop:
-Specific psychophysical training. Directions and tensions.
-Dissolutions. Melt, evaporate, dry, etc.
-Textures; analysis and execution of different textures of nature. Wood, stone, metal, etc…
-Transformation of textures; analysis and execution of texture transformations. Melt wax, evaporate water, etc…
-Scenery; atmospheric dances with the ability to transform the dancer’s environment; mud, fog, swamp,
-Choreographic sequences of elements of landscape, texture and subject.
-Improvisations on the worked techniques.
For whom it is addressed:
·Butoh dance favors non-linear learning that takes advantage of the diversity of participants in the workshop. Workshops can be done in any order. The requirement is to be able to beat and breathe.
·Workshops for all kind of bodies
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